lunes, 19 de diciembre de 2011

Enfermedades parasitarias de transmisión alimentaria en Chile

Las enfermedades de transmisión alimentaria abarcan un amplio espectro de dolencias y constituyen un problema de salud pública creciente en todo el mundo. Se deben a la ingestión de alimentos que han sido contaminados por micro-organismos o sustancias químicas, contaminación que puede ocurrir en el proceso que va desde la producción al consumo de alimentos («de la granja al tenedor") y puede deberse a la contaminación ambiental, ya sea del agua, la tierra o el aire (0).

En el caso de las enfermedades parasitarias trasmitidas por alimentos, estas se relacionan directamente con el  consumo de alimentos crudos o mal cocidos, como vegetales y carnes, además del consumo de fuentes de agua no higienizadas, factores que sólo pueden controlarse con buenas prácticas higiénicas y conocimiento sobre el origen de estas enfermedades, lo cual depende directamente de las acciones de prevención y educación que realizan los organismos de regulación sanitaria de cada país, en Chile esta labor le pertenece a la SEREMI de salud en conjunto de la epidemiología que se lleva de la incidencia de cada enfermedad parasitaria, generalmente registrada por el ISP.

En nuestro país, son cuatro las principales enfermedades parasitarias a las que se les da enfoque hoy en día, las cuales son: Hidatidosis, Triquinosis, Malaria y enfermedad de Chagas, de las cuales, las dos primeras son transmitidas a través de los alimentos. Aunque ninguna de ellas genera eventos altamente endémicos, son las cuales aún no se logran erradicar, y periódicamente generan casos infecciosos.


Triquinosis

La triquinosis es una zoonosis parasitaria, causada por la Trichinella spiralis, que afecta al ser humano, y múltiples  mamíferos y reptiles. Es de distribución mundial y  transmitida por el consumo de carne infectada. 

En Chile, hasta la semana 48 del presente año 2011, es decir, el mes de noviembre, se han registrado 38 casos, 4 brotes y  6 casos aislados en las comunas de Puerto Montt, La Serena, Temuco, Purén, Vilcún y La Unión. Todos los brotes estuvieron relacionados al consumo de carne de cerdo (y un jabalí) donada, comprada en un mercado informal a un particular, o procesada de manera casera, es decir, sin inspección médica veterinaria y criados en condiciones higiénico-sanitarias deficientes, realizadas en poblaciones de áreas rurales que practican este tipo de  crianza en el hogar.
En Chile la tasa de incidencia de la triquinosis ha presentado una  tendencia decreciente desde los 90´s, ya que gracias a la acción sanitaria y educativa de la SEREMI de salud, ha hecho que la población consuma productos en locales  establecidos legalmente. Sin embargo, en el año 2011 se observa un incremento en  el número de casos respecto a años anteriores, lo cual indica que las medidas tomadas no son suficientes (1).


Hidatidosis 

La hidatidosis producida por la larva de una tenia del perro, el Equinococcus granulosus es una de las zoonosis de mayor impacto en el país. Aafecta principalmente a zonas rurales, ya que su diseminación ha sido favorecida por hábitos y conductas que facilitan la infección de animales y del mismo hombre, como la alimentación de los perros con vísceras crudas infectadas con quistes hidatídicos obtenidas de matanzas familiares o clandestinas y el estrecho contacto que existe entre ambos. (2)

Las larvas de estos parásitos pueden llegar ha formar quistes en el hígado, pulmón y, con menor frecuencia, en otros tejidos del hombre y de diversos animales.

En Chile, hasta la semana epidemiológica 48 se notificaron 223 casos de hidatidosis, alcanzando una incidencia de 1,29 por cada 100 mil habitantes, cifra superior al año pasado, durante la misma época, concentrándose en las regiones del Bio-Bio (28,3%),  Araucanía (19,3%) y Aisén (12,6%).

Al igual que la Triquinosis,  la tasa de incidencia de la Hidatidosis ha presentado una  tendencia decreciente desde los 90´s, pero actualmente presenta una mayor incidencia en comparación al año pasado (3).

Si bien en Chile, las autoridades sanitarias toman la responsabilidad de educar a la gente en las buenas prácticas higiénicas, del procesamiento de alimentos, sobre todo respecto de las carnes, surge la pregunta de si será lo que se ha hecho suficiente, ya que aunque las estadísticas muestran un descenso en las infecciones parasitarias, transmitidas por alimentos, más endémicas en Chile, estas siguen dándose por malas prácticas sanitarias, principalmente.


Fuente:
0.- Organización Mundial de la Salud, “Enfermedades de transmisión alimentaria”
1.- MINSAL: Red Nacional de Epidemiología, Vigilancia de enfermedades transmisibles, "Atlas Interactivos", ”Atlas Nacionales”,  número 15, triquinosis, año 2011"

2.- Parasitología al día, v.24 n.1-2 Santiago ene. 2000, Hidatidosis múltiple

3.- MINSAL: Red Nacional de Epidemiología, Vigilancia de enfermedades transmisibles, "Atlas Interactivos", ”Atlas Nacionales”,  número 15,hidatidosis, año 2011”

6 comentarios:

  1. En realidad la función de la SEREMI de Salud va sobretodo orientada al decomiso de carne, fiscalización de los lugares clandestinos de faenamiento y expendio de carnes sin inspección, pero como se puede ver a través de la incidencia, ellos deberían ser más rigurosos en las revisiones que realizan.

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  3. Si se realiza un faenamiento domiciliario, deberían enseñarles cómo hacerlo de manera correcta, ya que sería pasar a llevar su cultura el prohibirlo, y pesquisar cada cierto tiempo, a través de exámenes, el que no tengan estas enfermedes

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  4. Caro:
    Claro, pero lo que creo es que el SEREMI de Salud debería fiscalizar aún más, solo se acuerdan de las enfermedades cuando son fechas claves, en cuanto a las carnes siempre en septiembre porque saben que su consumo es masivo, pero que pasa con los demás días del año. Falta aún más educación alimentaria en este país y sobretodo una mayor fiscalización a los establecimientos que comercializan los productos con mayor riesgo.
    Hay que tener en cuenta también que es responsabilidad de cada uno velar por una buena compra de los alimentos, o realizar actividades de prevención como las ya sabidas, de cocer bien el alimento o lavarlas. Son medidas básicas pero que a veces hasta esas cuestan. Lo más dificil es copncientizar a la gente.

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  5. Hay que destacar que existe una mayor frecuencia de casos de parasitosis alimentarias en las áreas rurales, por lo que es tracendente el educar a la población en esos sectores con mayor riesgo. Enceñar buenas practicas y corregir las malas es una labor necesaria y sencilla.

    Claudi

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  6. Exactamente,esa es la única solución posible para llegar a erradicar estas malas prácticas y conductas, además, Chile tiene a favor que, en general, las enfermedades parasitarias son muy bien controladas, y estos casos aún prevalentes son solucionables con educación a la comunidad.

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